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Una visita que nos inspira: los alumnos del Jardín de Infantes N° 904 conocieron nuestro autoservicio.

La Cooperativa Agrícola Ganadera de Espartillar no solo es un pilar en la producción agropecuaria de la región, sino también una institución con fuerte compromiso con su comunidad. Creemos que la cooperación, la educación y la participación activa de las nuevas generaciones son claves para construir un futuro sustentable.

El pasado 24 de abril, nuestro autoservicio abrió sus puertas con una energía distinta. Esa mañana nos visitaron los niños y niñas del Jardín 904, acompañados por sus docentes, con un objetivo que nos conmovió: aprender cómo funciona un autoservicio para luego replicar su propia versión dentro del jardín, como parte de un proyecto educativo que busca fomentar el juego simbólico, la organización y el trabajo colaborativo.

Aprender jugando: el autoservicio como espacio de aprendizaje

Para los más pequeños, el juego es mucho más que un entretenimiento: es una forma de aprender, de experimentar el mundo y de comprender cómo funciona la vida adulta. En ese sentido, el proyecto que lleva adelante el Jardín  es una excelente manera de introducirlos en valores fundamentales como el trabajo en equipo, la planificación, la empatía hacia los roles laborales y el consumo responsable.

Durante la visita, los alumnos recorrieron cada sección de nuestro autoservicio: observaron el área de verdulería, los productos de almacén, carnicería, limpieza, lácteos y más. Les explicamos cómo se organizan los productos, cuál es el recorrido que hace un cliente dentro del local, y cómo cada sector requiere de una coordinación precisa para su buen funcionamiento.

Desde la Cooperativa, entendemos la Responsabilidad Social no solo como un conjunto de acciones, sino como una filosofía que atraviesa cada aspecto de nuestra tarea. En este caso, abrir nuestras puertas a instituciones educativas es una forma de contribuir a la educación integral de los niños de nuestra localidad, pero también de mostrar cómo una organización puede y debe involucrarse activamente en la vida comunitaria.

No se trata solo de enseñar cómo funciona un autoservicio, sino de sembrar en ellos el valor del trabajo colectivo, de mostrar que detrás de cada producto hay personas que lo ordenan, lo controlan, lo eligen y lo ofrecen con responsabilidad y dedicación. Es también una forma de visibilizar el rol social que cumple una cooperativa en una localidad como Espartillar: no somos solo una entidad económica, sino un espacio de referencia y encuentro.

Además, estas acciones permiten generar un círculo virtuoso: hoy los niños nos visitan para aprender de nosotros, pero mañana serán ellos quienes lideren nuevas iniciativas, quizás dentro de esta misma cooperativa. Formar ciudadanos comprometidos empieza con gestos como este, donde se da lugar a la curiosidad, a la pregunta, al juego como forma de construir conocimiento.

Sembrando comunidad: una relación que va más allá de la visita

Los niños no vinieron con las manos vacías. Nos regalaron dibujos, carteles, y pequeñas obras que habían preparado con mucho cariño para dejar su huella en nuestra institución. Esos presentes, que ahora decoran parte de nuestro autoservicio, son mucho más que simples regalos: son un símbolo de la relación recíproca que queremos construir con cada institución educativa de Espartillar.

Como cooperativa, sabemos que nuestra fortaleza está en el vínculo con la comunidad. Por eso, esta visita fue también una oportunidad para renovar nuestro compromiso con la educación, con el desarrollo social y con la integración entre generaciones.

El poder de las pequeñas acciones

Hay gestos que pueden parecer pequeños, pero que generan un impacto duradero. Ver la sorpresa y la emoción en los rostros de los chicos al recorrer las góndolas, escuchar atentamente cómo se organiza una jornada laboral, o simplemente caminar por un lugar que normalmente visitan con sus familias como clientes, nos recuerda por qué hacemos lo que hacemos.

Estas experiencias nos enseñan que la educación y el compromiso social no están reservados solo para grandes proyectos, sino que también se manifiestan en lo cotidiano. Mostrar nuestro autoservicio con orgullo, responder preguntas, brindar un espacio de escucha y aprendizaje, también es hacer comunidad.

Desde la Cooperativa Agrícola Ganadera de Espartillar queremos agradecer profundamente a las docentes y directivos del Jardín de Infantes N° 904 por haber pensado en nosotros como parte de su proyecto pedagógico.

Gracias a los niños por su entusiasmo, por sus preguntas, por sus sonrisas. Gracias a las seños por su dedicación y por sembrar ideas tan inspiradoras. Y gracias a cada uno de nuestros empleados y empleadas que, con su calidez, hicieron que esta visita sea inolvidable.

Estamos orgullosos de ser parte de una comunidad que educa, que comparte y que se proyecta. Porque en cada acción cooperativa, late un futuro posible.

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